miércoles, 13 de noviembre de 2013
Organizaciones Visionarias
Las Organizaciones visionarias:
- No necesitan en absoluto de un líder carismático visionario, por el contrario, puede ser perjudicial para sus perspectivas a largo plazo.
- No necesariamente comienzan con una “gran idea”, muchas se han iniciado sin ninguna idea específica. Aplicándose la fábula de la tortuga y la liebre, salieron lentamente pero a la larga ganaron la carrera.
- Persiguen un grupo de objetivos, delos cuales hacer dinero es sólo uno, y no necesariamente el principal. Buscan utilidades, sí, pero las guía igualmente una ideología básica “ los valores”, siendo estos su principal propósito, más allá de solo ganar dinero; aunque paradójicamente ganan más que las Organizaciones motivadas únicamente por el ánimo de lucro.
- No consideran como variable crucial el contenido de su ideología, sino cuán profundamente la compañía cree en ella y cuán consecuentemente la vive, la respira y la expresa en todo lo que hace. Las Organizaciones visionarias no se preguntan ¿Qué debemos valorar? Sino ¿Qué valoramos realmente en lo más hondo de nuestro ser?.
- Preservan casi religiosamente su ideología básica, y es muy raro que la cambie. Sus valores constituyen un fundamento sólido como una roca, y no fluctúan al azar.
- Tienen tanta claridad acerca de lo que representan y lo que tratan de alcanzar que, la gente encontrara en ellas un gran lugar para trabajar, desarrollarse y prosperar; siempre y cuando estos se adapten a sus exigentes normas.
- Se concentran principalmente en superarse a sí mismas. El éxito y el superar a la competencia les viene no tanto como la meta final sino como resultado residual de plantearse constantemente la pregunta: “¿Cómo podemos mejorarnos a nosotros mismos para hacer mejor mañana lo que hicimos hoy? Y se han hecho esta pregunta día tras día como una disciplina normal de vida. Por más que realicen, por mucho que hayan dejado rezagados a sus competidores, nunca creen que “con eso basta”.
Las
Organizaciones visionarias no olvidan que deben generar utilidades,
pero al mismo tiempo asumen una responsabilidad social; de igual
forma están consciente que deben hacer crecer a su personal,
buscando a su vez la sustentabilidad de la empresa.
"Las
Organizaciones sin sueños, estarán llenas de pesadillas"
- No necesitan en absoluto de un líder carismático visionario, por el contrario, puede ser perjudicial para sus perspectivas a largo plazo.
- No necesariamente comienzan con una “gran idea”, muchas se han iniciado sin ninguna idea específica. Aplicándose la fábula de la tortuga y la liebre, salieron lentamente pero a la larga ganaron la carrera.
- Persiguen un grupo de objetivos, delos cuales hacer dinero es sólo uno, y no necesariamente el principal. Buscan utilidades, sí, pero las guía igualmente una ideología básica “ los valores”, siendo estos su principal propósito, más allá de solo ganar dinero; aunque paradójicamente ganan más que las Organizaciones motivadas únicamente por el ánimo de lucro.
- No consideran como variable crucial el contenido de su ideología, sino cuán profundamente la compañía cree en ella y cuán consecuentemente la vive, la respira y la expresa en todo lo que hace. Las Organizaciones visionarias no se preguntan ¿Qué debemos valorar? Sino ¿Qué valoramos realmente en lo más hondo de nuestro ser?.
- Preservan casi religiosamente su ideología básica, y es muy raro que la cambie. Sus valores constituyen un fundamento sólido como una roca, y no fluctúan al azar.
- Tienen tanta claridad acerca de lo que representan y lo que tratan de alcanzar que, la gente encontrara en ellas un gran lugar para trabajar, desarrollarse y prosperar; siempre y cuando estos se adapten a sus exigentes normas.
- Se concentran principalmente en superarse a sí mismas. El éxito y el superar a la competencia les viene no tanto como la meta final sino como resultado residual de plantearse constantemente la pregunta: “¿Cómo podemos mejorarnos a nosotros mismos para hacer mejor mañana lo que hicimos hoy? Y se han hecho esta pregunta día tras día como una disciplina normal de vida. Por más que realicen, por mucho que hayan dejado rezagados a sus competidores, nunca creen que “con eso basta”.
Las Organizaciones visionarias no olvidan que deben generar utilidades, pero al mismo tiempo asumen una responsabilidad social; de igual forma están consciente que deben hacer crecer a su personal, buscando a su vez la sustentabilidad de la empresa.
"Las Organizaciones sin sueños, estarán llenas de pesadillas"
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